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Google quiere centros de datos en el espacio: un "plan creativo" con grandes desafíos.

Google quiere centros de datos en el espacio: un "plan creativo" con grandes desafíos.

La fiebre del oro de la IA está en pleno apogeo, y están surgiendo innumerables centros de datos nuevos en todo el mundo. Si Google se sale con la suya, no se detendrá ahí; pronto incluso traeremos nuestra IA del espacio.

Un centro de datos espacial no se parece a uno terrestre: no habrá un enorme almacén orbitando la Tierra. El plan de Google se basa en un conjunto de satélites con chips de IA a bordo, capaces de comunicarse entre sí mediante láseres.

La principal ventaja de un sistema satelital es la facilidad para obtener energía en el espacio. La energía representa el mayor costo para los centros de datos en la Tierra, y la capacidad de la red eléctrica limita la construcción de nuevos centros de datos.

Los satélites de Google se colocarían en una órbita donde estarían expuestos casi constantemente al sol. Los paneles solares de un satélite de este tipo podrían generar ocho veces más energía que un panel solar en la Tierra.

Uno de los principales desafíos es la comunicación entre los satélites. Esta se realiza mediante láseres, pero consume mucha energía. Una solución consiste en que los satélites vuelen muy cerca unos de otros, a una distancia inferior a un kilómetro.

Pero eso también conlleva el riesgo de colisiones, afirma Rob van den Berg, experto espacial de Naturalis. Esto se debe a la basura espacial, los restos de satélites y cohetes antiguos que aún orbitan la Tierra. «Si un satélite es alcanzado por basura espacial, puede salirse de su formación y chocar con otros satélites».

Esto podría incluso significar que los satélites nunca volverán a volar a esa altitud, porque la órbita se volverá inutilizable debido a la dispersión de los desechos, afirma el experto en satélites Marco Langbroek de la Universidad Tecnológica de Delft.

Otra desventaja del espacio es la gran cantidad de radiación cósmica que bombardea los satélites. Google ha expuesto su chip de IA a una gran cantidad de radiación en el laboratorio y espera que pueda funcionar en el espacio durante cinco años, la vida útil prevista de sus satélites.

Aún no es económicamente viable enviar chips de IA al espacio, pero el coste de lanzar satélites ha disminuido drásticamente en los últimos años. Google prevé que, en unos diez años, lanzar un kilogramo al espacio costará tan solo 200 dólares (175 euros). A ese nivel, los centros de datos satelitales podrían llegar a ser competitivos en precio con un centro de datos terrestre.

Plan creativo

Van den Berg también prevé que los costes de lanzamiento se reduzcan rápidamente. «Es un plan creativo, pero nunca se ha hecho antes. Habrá que resolver bastantes problemas antes de que esto pueda despegar de verdad».

Google prevé lanzar dos satélites prototipo a principios de 2027 para probar el rendimiento y la viabilidad de sus chips de IA en el espacio. Otras empresas tecnológicas también están considerando la posibilidad de instalar centros de datos espaciales, entre ellas SpaceX, de Elon Musk, y el CEO de Amazon, Jeff Bezos.

Los restos espaciales que se estrellan pueden producir imágenes espectaculares. A principios de este año, un fragmento de un cohete se desintegró sobre los Países Bajos.

RTL Nieuws

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